VIOLENCIA DOMÉSTICA

La violencia doméstica es una conducta en la cual se emplea la fuerza física o la intimidación que puede incluir persecución y/o seguimiento digital a través de distintos instrumentos tecnológicos; violencia sexual que también puede ser digital; violencia psicológica y violencia patrimonial para agredir a una persona con la que existe una relación ya sea consanguínea o de afinidad.

En algunos casos se trata de personas que viven bajo el mismo techo, en otros casos como el de las relaciones de pareja, puede ocurrir entre personas que tengan hijos en común, personas divorciándose; y en casos de hijos e hijas desobligadas con sus padres o abuelos que necesitan apoyo, y sin embargo se les abandona o se les estafa o maltrata durante visitas esporádicas.

Existen múltiples instrumentos legales para la prevención, detección, atención y sanción de la violencia doméstica, pero al parecer, por su alto nivel de ocurrencia, en materia legal y de recursos para el abordaje de esta problemática que es cultural, social e individual; nada es suficiente.

A la vez que las autoridades utilizan la tecnología para combatir este tipo de violencia, es utilizada también por quienes la ejercen para diversificar sus métodos para controlar e infringir mayor daño a sus víctimas.

Informarse bien es apenas un paso para quienes podrían ser víctima de este tipo de violencia, pero se requiere de la toma de consciencia de la sociedad en su conjunto y de un enorme esfuerzo para el cambio de actitudes que permita una convivencia colectiva y doméstica más sana. ¡No es sólo problema de la vecina!

Es importante tener en cuenta que además de la Ley 82 del 2013, sigue vigente la Ley N°38 de 10 de julio 2001 que reforma y adiciona artículos al Código Penal y Judicial, sobre Violencia Doméstica y maltrato al niño, niña y adolescente, deroga artículos de la Ley 27 de 1995 y dicta otras disposiciones.

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