
Es fundamental el apoyo que reciba la víctima en su camino para que logre desarrollar nuevas fortalezas para resurgir y convertirse en sobreviviente, por eso es necesario realizar acciones tendientes a brindar nuevas oportunidades desde la consciencia de la situación vivida, analizando las posibilidades particulares de cada mujer, niña, niño y adolescente.
Explorar posibilidades de desarrollo a partir de un hecho trágico, requiere de orientación y la disposición de un sociedad que lejos de rechazar, acoja nuevamente a la víctima que se recupera y que continúa teniendo el deber, pero también el derecho de participar en la economía y la producción. Pero es claro que este desarrollo debe ser integral por lo que debe incluir la exploración de talentos también desde el punto de vista artístico, cultural y de la salud física.
Esperamos, con el apoyo de la comunidad, ofrecer a personas que se recuperan, la posibilidad de recibir orientación y capacitación que les permita reinsertarse a la vida productiva. De igual manera anímanos a entidades, organizaciones y empresas para crear, más que vínculos, lazos que unan los trozos de aquellos caminos que han sido rotos por actos violentos, en la mayoría de los casos perpetrados por personas cercanas, y así continuar transformándonos en una sociedad pacífica y participativa en la que las víctimas no se queden atrás.
¡Sigue nuestros avances…!