Interesante. Es lo menos que se puede decir de la experiencia vivida el pasado domingo 9 de mayo en el Taller “Armadas” de Defensa Personal para Mujeres, realizado en Ciudad del Saber, en un área verde a un costado del Ateneo. En el ambiente, era notoria la expectativa de las participantes sobre lo que podía llegar a ser este taller, basado en Krav Magav que es un arte marcial israelí.
La organizadora, Frida Archibold, inició preguntando a las participantes si se sentían temerosas caminado por las calles en Panamá, en sus barrios, lugares de trabajo o sitios de estudio o si por el contrario se sentían seguras.

La respuesta fue contundente, no hubo una sola que no estuviera permanentemente con temor o en alerta constante por los niveles de violencia en el país y con la conciencia, sobre todo, de lo que significa ser mujer y caminar en las calles de un país con tan elevados índices de violencia sexual y doméstica. Frida entiende muy bien, ya que conoció de cerca situaciones en torno a un femicidio, que la han hecho más consciente y la inspiraron para organizar este taller en beneficio de CLARESAS y el Observatorio de Femicidio.

El Instructor, Omar Vanega, explicó que el objetivo fundamental de la defensa con Krav Magav es defenderse con todas las posibilidades que se tengan al alcance en el momento de la agresión, alejarse del atacante y hacerse las preguntas después. Omar es consciente de la situación de violencia que viven las mujeres por la experiencia de algunas personas cercanas. “Lo primero es ponerse a salvo”, dijo.

Es relevante saber que los ataques con cuchillo son peligrosos y que siempre será mejor huir de ellos, pero en caso de que esto sea difícil debemos hacernos conscientes que tener como resultado algunas heridas en los brazos significa que pudimos defendernos y estamos con vida.
Cuando se trata de objetos contundentes, es posible hacer presión hacia adelante con el cuerpo y realizar maniobras con la intención de apoderarnos del objeto. No con la idea de utilizarlo para golpear, porque está el riesgo de que te lo quiten y el ataque inicie otra vez, tal vez, con más fuerza; sino para lanzarlo lo más lejos posible y huir.
Es impresionante la cantidad de maniobras que pueden hacerse para escapar de un ataque, pero también el sin fin de variantes en un ataque a las que se puede estar expuesta. Si se trata, por ejemplo, de ataques en el piso la vulnerabilidad puede ser mayor, porque hay mucho más dominio del agresor y en cualquier ataque horizontal está latente la posibilidad de una agresión sexual; por lo que recalcamos lo de fortalecer la parte baja para lograr moverse y levantarse.


Definitivamente, las descripciones no son fáciles, por lo que sí es altamente recomendable prepararse. Las ventajas de conocer formas de defensa personal son muchas, entre ellas, con mucha insistencia, señaló el instructor que debemos realizar prácticas para eliminar la visión de túnel que se apodera del cerebro en un momento de peligro, de manera que logremos tomar control para mantener una visión amplia y observar a nuestro alrededor para saber hacia donde debemos dirigirnos tras un ataque. ¡Muy importante!
Omar estará dando clases para mujeres los martes y jueves de 6:00 – 7:00 p.m. en el parque Urracá.